El lujo se renueva en Bal Harbour
Autor: EFE
Mayo 24 del 2011
Fuente: portafolio.co
En tiempos de crisis prolongada hay espacio todavía para el lujo refinado, y esa es la apuesta de Bal Harbour, el reconocido complejo de tiendas de Miami, que busca atraer turistas con los bolsillos repletos.
Y los latinoamericanos son sus principales candidatos.
Las marcas más caras de relojes, bolsos, ropa o zapatos se concentran en este lugar, junto a pequeños restaurantes en un ambiente relajado. En el ir y venir de personas de todas las edades también se observa a onmipresentes agentes privados de seguridad de algunas de las tiendas.
Construido hace 46 años en lo que fueron unas barracas militares, Bal Harbour se ha quedado pequeño y anticuado en comparación, por ejemplo, con la otra gran galería comercial de Miami de gran lujo: Merrick Park.
Durante cuatro décadas, Bal Harbour, en plena Collins Avenue en el norte de Miami Beach, y a un centenar de metros de la playa, ha atraído a los ricos latinoamericanos y europeos.
Stanley Whitman, propietario de la galería, quiere ahora construir un cine y ampliar el espacio para otras 50 tiendas más en un costoso proyecto de renovación.
El cine, por ejemplo, no será como cualquier otro.Asientos anchos de cuero con un servicio exclusivo de comida para experimentar otra forma distinta y placentera de ver una película.
La expansión del complejo comercial de Bal Harbour es un signo más de la revitalización económica en el sur de Florida y el atractivo de Miami para los turistas de cualquier nacionalidad.
Las tiendas de Bal Harbour sobrepasaron en el 2010 por primera vez los 500 millones de dólares en ventas. Se trata de uno de los centros con mayores ingresos por metro cuadrado de todo EE. UU.
TALENTO NACIONAL
Y como complemento a una jornada de compras, dos empresarios colombianos han comprado y renovado un hotel de gran lujo a escasa distancia del complejo comercial.
Se trata del One Bal Harbour Resort, que se publicita como un hotel de gran lujo con un toque contemporáneo y un servicio de primera destinado a mimar a los clientes con todo tipo de detalles.
Juan Camilo Arévalo, de 30 años de edad, y su hermano Jorge, de 34, no se lo pensaron dos veces cuando en el 2009, en plena crisis financiera e inmobiliaria, el hotel se puso en venta en el mercado a un precio de ganga.
“Fue una oportunidad que no podíamos desaprovechar”, señaló Juan Camilo, cuya familia tiene ya la experiencia de gestionar hoteles boutique en Colombia, como el que disponen en las paradisiacas playas de las islas del Rosario en Cartagena.
UN HOTEL QUE RECIBE LAS MASCOTAS
Los colombianos Juan Camilo y Jorge Arévalo quieren tener un alojamiento con mucho estilo personal.
El One Bal Harbour se ha convertido en el hotel favorito de artistas, empresarios, celebridades y turistas latinoamericanos.
Aprovechando que está situado a pie de playa, sus 120 habitaciones, de las cuales la mitad son suites, más un penthouse de 260 metros, cuentan con una vista espectacular a la bahía de Miami.
La decoración es totalmente contemporánea, en la que no faltan maderas de mahogany y suelos de granito.
Juan Camilo Arévalo sorprende a sus clientes al recibirlos personalmente con el objetivo de dar un toque familiar al hotel en el que se ofrece “intimidad y sosiego”, con una cocina de primera y un esmerado servicio de comidas y cenas en las habitaciones.
El One se presenta como un hotel de familia y para ello ofrece todo tipo de servicios para los niños y también para las mascotas. Los huéspedes caninos o gatunos disponen de juegos y comidas orgánicas, según la receta de la chef Ingrid Hoffman, reconocida por su programa Simply Delicioso.
Autor: EFE
Mayo 24 del 2011
Fuente: portafolio.co
En tiempos de crisis prolongada hay espacio todavía para el lujo refinado, y esa es la apuesta de Bal Harbour, el reconocido complejo de tiendas de Miami, que busca atraer turistas con los bolsillos repletos.
Y los latinoamericanos son sus principales candidatos.
Las marcas más caras de relojes, bolsos, ropa o zapatos se concentran en este lugar, junto a pequeños restaurantes en un ambiente relajado. En el ir y venir de personas de todas las edades también se observa a onmipresentes agentes privados de seguridad de algunas de las tiendas.
Construido hace 46 años en lo que fueron unas barracas militares, Bal Harbour se ha quedado pequeño y anticuado en comparación, por ejemplo, con la otra gran galería comercial de Miami de gran lujo: Merrick Park.
Durante cuatro décadas, Bal Harbour, en plena Collins Avenue en el norte de Miami Beach, y a un centenar de metros de la playa, ha atraído a los ricos latinoamericanos y europeos.
Stanley Whitman, propietario de la galería, quiere ahora construir un cine y ampliar el espacio para otras 50 tiendas más en un costoso proyecto de renovación.
El cine, por ejemplo, no será como cualquier otro.Asientos anchos de cuero con un servicio exclusivo de comida para experimentar otra forma distinta y placentera de ver una película.
La expansión del complejo comercial de Bal Harbour es un signo más de la revitalización económica en el sur de Florida y el atractivo de Miami para los turistas de cualquier nacionalidad.
Las tiendas de Bal Harbour sobrepasaron en el 2010 por primera vez los 500 millones de dólares en ventas. Se trata de uno de los centros con mayores ingresos por metro cuadrado de todo EE. UU.
TALENTO NACIONAL
Y como complemento a una jornada de compras, dos empresarios colombianos han comprado y renovado un hotel de gran lujo a escasa distancia del complejo comercial.
Se trata del One Bal Harbour Resort, que se publicita como un hotel de gran lujo con un toque contemporáneo y un servicio de primera destinado a mimar a los clientes con todo tipo de detalles.
Juan Camilo Arévalo, de 30 años de edad, y su hermano Jorge, de 34, no se lo pensaron dos veces cuando en el 2009, en plena crisis financiera e inmobiliaria, el hotel se puso en venta en el mercado a un precio de ganga.
“Fue una oportunidad que no podíamos desaprovechar”, señaló Juan Camilo, cuya familia tiene ya la experiencia de gestionar hoteles boutique en Colombia, como el que disponen en las paradisiacas playas de las islas del Rosario en Cartagena.
UN HOTEL QUE RECIBE LAS MASCOTAS
Los colombianos Juan Camilo y Jorge Arévalo quieren tener un alojamiento con mucho estilo personal.
El One Bal Harbour se ha convertido en el hotel favorito de artistas, empresarios, celebridades y turistas latinoamericanos.
Aprovechando que está situado a pie de playa, sus 120 habitaciones, de las cuales la mitad son suites, más un penthouse de 260 metros, cuentan con una vista espectacular a la bahía de Miami.
La decoración es totalmente contemporánea, en la que no faltan maderas de mahogany y suelos de granito.
Juan Camilo Arévalo sorprende a sus clientes al recibirlos personalmente con el objetivo de dar un toque familiar al hotel en el que se ofrece “intimidad y sosiego”, con una cocina de primera y un esmerado servicio de comidas y cenas en las habitaciones.
El One se presenta como un hotel de familia y para ello ofrece todo tipo de servicios para los niños y también para las mascotas. Los huéspedes caninos o gatunos disponen de juegos y comidas orgánicas, según la receta de la chef Ingrid Hoffman, reconocida por su programa Simply Delicioso.